martes, 30 de agosto de 2011

Aprendemos a progresar

Hoy aprendo a seguir mejorando en todo lo que puedo. Dar de mi lo mejor. Si lo puedo dar todo, soltarlo y dar gracias; pero si lo que doy no es suficiente, admitirlo y soltarlo también de nada sirve el hecho de autocastigarse. Mañana comienzo de nuevo y lo vuelvo a intentar. El camino es el de progresar y crecer cada día un poco mas. Pequeñas metas hacen un gran camino. Hoy no pretendo ser perfecto, tenerlo todo alcanzado... este es el camino al fracaso.

Tengo que hacer un camino de buscar la plenitud desde donde yo estoy. Buscando los grandes valores de la honestidad, la gratitud, el amor, la rectitud de intención, etc. Quizás hoy no llegue a todo, quizás hoy no se pueda alcanzar todo... Pero no dejo de fijar los ojos en la meta.

Necesito de Dios para caminar. Estos retos, los grandes propósitos para crecer, renovados día a día son mucho esfuerzo para hacerlo solo. Dios da la fuerza, es ese Poder Superior que alimenta, que sostiene la fuerza humana allá donde uno ya no llega. Dios me conduce en la progresión diaria de mi crecer como persona hacia la plenitud.

Hoy aprendo a progresar y no a ser perfecto

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